Cultivos hidropónicos. Tipos, ventajas y desventajas.

Qué es la hidroponía

Cuando nos referimos a hidroponía, nos referimos al método por el cual, se hace uso de disoluciones minerales para el cultivo de diversos tipos de plantas, sustituyendo así al suelo agrícola. En este método de cultivo, se suministra agua repleta de minerales y soluciones minerales que nutren a las plantas. La solución mineral está compuesta de elementos químicos básicos y fundamentales para el correcto crecimiento de la planta. Estas sustancias variarán en cuanto al tipo y morfología de la planta a cultivar.

Este método de cultivo es realmente eficaz, pues se reduce considerablemente el espacio a cultivar y se optimiza al máximo.

Funcionamiento de los cultivos hidropónicos

Los cultivos hidropónicos se caracterizan por el uso de agua como medio de cultivo. En esta se esparcen diversas sustancias minerales esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas a cultivar. El funcionamiento de los cultivos hidropónicos es sencillo. Gracias a un conjunto de soportes, la planta queda en suspensión, facilitando el acceso al agua de la raíz de la planta directamente, sin necesidad de usar tierra y evitando así, el uso de pesticidas y otros productos químicos que pueden dañar las cualidades organolépticas de las plantas.

Tipos de cultivos hidropónicos

En cuanto a los tipos de cultivos hidropónicos, podemos distinguir dos variedades que se separan a su vez en subtipos. En cuanto a cultivos hidropónicos, podemos dividirlos en:

  • Cultivos haciendo uso de sustratos.
  • Cultivos en agua.

En los cultivos en sustratos, éste último es el material utilizado para la nutrición correcta de la planta. Pueden distinguirse dos tipos:

  • Orgánicos. En este tipo de cultivo hidropónico, se hace uso de sustratos orgánicos que una vez se utilizan, entran en fase de descomposición. Este tipo de sustratos se utilizan en la producción de cultivos que requieren de un tiempo reducido para crecer.
  • Inorgánicos. Al contrario que el cultivo con sustratos orgánicos, en el caso de los cultivos hidropónicos con sustratos inorgánicos la duración media del cultivo puede ser larga, pues no se descompondrán una vez usados.

Los cultivos que requieren el uso de sustratos también requieren de agua para crecer. Este tipo de cultivos es complicado, pues cada planta requiere de diferentes nutrientes, así como una cantidad de agua determinada.

En los cultivos en agua, el elemento principal es el agua. Sobre ésta, se añaden los nutrientes necesarios para cada tipo de planta y cultivo. El aporte de estos nutrientes es necesario para el crecimiento correcto de vegetales y plantas.

En cuanto a la variedad en este tipo de cultivos, podemos encontrar:

  • Cultivo flotante. En este tipo de cultivos, la planta queda suspendida en una superficie aquosa, dónde se desarrollará.
  • Cultivo por humedad. Cuando hablamos de cultivo por humedad, nos referimos al uso de un entorno con alta humedad, en el que se aportan los nutrientes por aspersión.
  • Cultivo en suspensión. Las plantas se disponen en una lámina o superficie agujereada, para ofrecer una salida a las raíces. Éstas raíces se encuentran en contacto directo con el agua y sus nutrientes.

Ventajas y desventajas

Cada vez más, los cultivos hidropónicos se utilizan en huertos urbanos y sitios dónde se carece de espacio para el cultivo tradicional.

Entre las ventajas que ofrece este tipo de cultivos se encuentran:

  • Las plantas no necesitan crecer en cuanto a raíz para encontrar agua y nutrientes. La planta se desarrolla de forma más eficiente en cuanto a fruto y requiere de menos espacio.
  • Es un sistema más limpio. En el proceso de recogida de estas plantas, no requieren de una limpieza intensa para eliminar restos de tierra y arena.
  • Se reduce el espacio de cultivo para generar una misma cantidad de producto.
  • El uso de agua se reduce. La cantidad de agua utilizada es absorbida casi en su totalidad por las plantas.
  • Incrementa la producción de cultivo por m2.

En cuanto a desventajas, los cultivos hidropónicos:

  • Requieren de un control riguroso y severo en cuanto a riego. Éste debe ser constantemente controlado y periódico.
  • Incrementa el coste inicial del cultivo. Estos sistemas llevados a gran escala son caros de instalar, ya que a menudo requieren de riegos automáticos que automaticen el sistema. Además, el gasto en electricidad es mucho mayor.

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